¿Una Epidemia silenciosa?
Hemos llegado a la locura de ver el descanso como una debilidad, y parece como si pronunciar la palabra «desconexión» te hiciera parecer un loco, un vago o directamente un ser de otro planeta.
Nos hemos convencido de que todo el tiempo debemos ser productivos, como si dedicar tiempo a no hacer nada fuese una forma de perder el tiempo (por supuesto, no hacer nada es hacer algo, pero catalogamos aquello que no es «productivo» en sentido académico, laboral o que aumenta nuestro valor social como «nada»).
Nos lo hemos tragado, con guinda y todo. No sabemos parar. Se nos ha olvidado y estamos pagando el precio de haber perdido nuestra capacidad contemplativa. Eso que nos conecta con nosotros mismos y nos abre la puerta a desarrollar la creatividad y tomar consciencia «de ser».
Y yo te digo, que estamos perdiendo tiempo. Perder tiempo es correr tras el segundero del reloj porque no llegas a hacer todo lo que te has propuesto. Es dedicar tu vida a todo aquello que construye hacia fuera y olvidarte de construir dentro de ti. Perder tiempo es alejarte de lo que lo que realmente te importa, dejar de hacer aquello que te hace feliz porque te han dicho que con eso no llegarás a ninguna parte (aún no he averiguado cuál es esa parte a la que todos debemos llegar). Perder tiempo es olvidarte de cuidar tu salud hasta que un día te falta.
¿ Te has preguntado que sería ganar tiempo?
Disfrutar de algo, eso sí es ganar tiempo. Descansar para poder mantener el ritmo que nos exigen o nos exigimos, eso es ganar tiempo. Dedicarte un rato cada día para no olvidarte de quererte, eso es ganar tiempo. Pasar tiempo con la gente a la que quieres, solo porque les quieres y eso os hace felices, eso es ganar tiempo. Parar y escuchar tus pensamientos (que tontería, ¿no?), eso también es ganar tiempo. No se trata de mandarlo todo a la mierda, sino de hacer una pequeña pero atenta introspección. Tal vez te des cuenta de que esos «post-it» de cosas urgentes que cargas mentalmente con la certeza de que debes hacerlo hoy mismo, puedan reducirse. Tal vez haya cosas que pueden esperar para mañana. E incluso tal vez, y no me he vuelto loca, haya cosas que pueden esperar, indefinidamente.
Y lo mismo, con algo de dedicación y micha consciencia, TU ocupas gran parte del tiempo.