Hablemos de amor: El Triángulo del Amor de Sternberg y una visión desde el cine
Son muchas las personas que desde diferentes áreas se han querido aproximar a una definición del amor. Poetas y escritores, pintores, músicos y científicos de todas las áreas han creado textos y elaborado teorías, pero, ¿qué es el amor?. No tenemos aún una única respuesta para esta pregunta, y esto lo hace maravilloso.
A mí particularmente me gusta trabajar con la teoría del Triángulo del Amor de Sternberg y la uso en terapia. Este modelo explora tres pilares fundamentales que construirían el tejido del amor: la intimidad, la pasión y el compromiso y como estos se relacionan entre sí.
Lo primero, ¿quién es Sternberg y qué nos ha enseñado sobre el amor? Robert Sternberg es un destacado psicólogo reconocido por su profundo análisis de las relaciones humanas. En su trayectoria ha aportado una perspectiva única al complejo rompecabezas del amor. Sus contribuciones a la psicología han iluminado el camino hacia la comprensión más profunda de nuestras emociones más íntimas, pero hoy vamos a hablar de su Triángulo del Amor.
El modelo de Sternberg tiene tres componentes principales:
1. Intimidad: es la sensación de conexión emocional profunda, confianza, apertura y apoyo mutuo en una relación. Implica compartir sentimientos, pensamientos y deseos y sentirte emocionalmente cerca de la otra persona. La intimidad es el componente que permite que dos personas se abran a la experiencia juntas, intercambien sueños, deseos y preocupaciones y sigan creciendo dentro de la relación.
2. Pasión: Se refiere a la intensidad emocional, la atracción física y el deseo que se experimenta en una relación. Es esa chispa que impulsa el romance y el deseo de estar cerca físicamente.
3. Compromiso: Este componente involucra la decisión consciente y la voluntad de mantener una relación a largo plazo. Implica la dedicación, compromiso y disposición a superar obstáculos para mantener la relación a pesar de los altibajos que puedan surgir.
Según la teoría, dependiendo de las diferentes combinaciones de los componentes que existan en la relación, pueden darse diferentes tipos de amor:
– Amor consumado: Esta es la forma ideal y completa de amor según el autor. Se caracteriza por tener un alto nivel en los tres componentes: intimidad, pasión y compromiso. Las relaciones basadas en este tipo de amor son equilibradas y satisfactorias. Si nos trasladamos al cine, un ejemplo de este amor lo encontramos en la película “Up” (Pete Docter), específicamente en la historia de Carl y Ellie. La relación entre estos dos personajes muestra cómo se desarrolla su amor desde la infancia hasta la vejez, dejándonos ver los tres componentes del triángulo a lo largo del tiempo. Los personajes comienzan mostrando su conexión e intimidad a través de los sueños compartidos y la compresión mutua, si bien no se explora tanto la pasión, nos muestra la emoción y la chispa que existe entre ambos, dejándonos ver como su amor y entusiasmo por la vida juntos les impulsa a buscar aventuras. Finalmente, vemos cómo el compromiso que existe entre ellos les lleva a enfrentar desafíos y obstáculos manteniéndose unidos. No es de extrañar que este pequeño cortometraje dentro de la película sea tremendamente emotivo.
– Amor romántico: Este tipo de amor está marcado por una alta pasión y una fuerte atracción física, pero puede carecer de compromiso a largo plazo. Las relaciones predominantemente románticas pueden ser emocionantes pero a menudo no son sostenibles en el tiempo. La película “La La Land” (Damien Chazelle) es un ejemplo sobresaliente de amor romántico en el cine contemporáneo. La película narra la historia de amor entre Sebastian y Mia mientras cada uno persigue sus sueños. Desde el momento en el que se conocen se hace evidente la atracción que existe entre ellos, ambos comparten ademas una conexión inmediata creando una mezcla de intimidad y pasión cautivadora. A medida que persiguen sus respectivos sueños, deben enfrentar desafíos y sacrificios en su relación. La falta de compromiso hace que la tensión y los conflictos entre ellos crezcan.
– Amor compañero: En este tipo de amor, hay una gran intimidad y compromiso pero carece de pasión. Las parejas tienden a ser buenas amigas y compañeras, pero les falta la chispa romántica. Un ejemplo de este tipo de amor lo podemos encontrar en la película “Juno” (Jason Reitman) en la que Juno es una adolescente embarazada que mantiene una relación con Paulie, el padre biológico del bebé, basada en la intimidad y el compromiso de apoyarse mutuamente. Muestran una conexión basada en la amistad y el apoyo mutuo pero sin la chispa propia de las relaciones marcadas por la pasión.
Como vemos, los desequilibrios entre los componentes dan lugar a diferentes problemas.
La falta de intimidad puede dar lugar a relaciones superficiales o a una sensación de desconexión entre los miembros de la pareja. La falta de apertura y confianza puede crear barreras en la comunicación y generar tensiones. En la película «Revolutionary Road» (Sam Mendes), vemos a una pareja que aparentan tener una vida ideal pero cuya relación carece de intimidad y comunicación sincera. Ambos mantienen una fachada exterior, pero internamente luchan con la sensación de estar atrapados en una relación insatisfactoria.
La ausencia de pasión puede hacer que las relaciones se vuelvan monótonas o hacer que disminuya el deseo de estar cerca de la otra persona. Esto puede resultar en falta de interés tanto físico como emocional entre las partes haciendo que crezca la distancia entre la pareja. La película «Match Point» (Woody Allen) nos muestra una pareja, Chris y Chloe, que tienen una relación estable pero carecen de pasión. Su relación está construida sobre la idea de comodidad y estabilidad, pero la ausencia de la chispa romántica contribuye al aburrimiento y la distancia emocional.
Un compromiso débil puede hacer que la relación se vuelva inestable o propensa a romperse fácilmente. La falta de compromiso puede manifestarse en evasión de problemas o falta de disposición para superar dificultades. La película «Blue Valentine» (Derek Cianfrance) es un buen ejemplo de una relación en la que la falta de compromiso hace que la pareja no pueda enfrentar los desafíos a lo largo de los años, provocando que la relación sea inestable. La relación se erosiona con el tiempo llevando a una disolución gradual de lo que una vez fue una conexión amorosa.
Así, un adecuado equilibrio entre intimidad, pasión y compromiso suele ser la base de una relación sólida y satisfactoria. Sin embargo, este equilibrio puede variar según las circunstancias y etapas de la vida sin que eso suponga problemas en la relación.
En las primeras etapas de una relación, la pasión y la emoción suelen ser dominantes. Las parejas suelen estar más centradas en la atracción física y la novedad de estar juntas. La intimidad emocional y el compromiso pueden desarrollarse con el tiempo a medida que la relación madura.
Además, las diferentes etapas de la vida de una pareja (por ejemplo, noviazgo, convertirse en padres, tercera edad…) pueden necesitar de que unos componentes u otros tengan mayor relevancia. Por ejemplo, al tener hijos, el compromiso y la intimidad pueden tener más relevancia que la pasión.
Los cambios significativos y las crisis pueden afectar al equilibrio de los componentes. de ahí que muchas parejas que han funcionado bien vean sus relaciones tambalearse en momentos de gran estrés, como cambios en la economía o pérdidas de seres queridos.
Las variaciones son normales y las relaciones saludables pueden adaptarse a estos cambios a lo largo del tiempo.
Un ejemplo de esto, volviendo al cine, es la trilogía “Before” de Richard Linklater. Esta nos ofrece una mirada fascinante a la evolución de una relación a lo largo de casi dos décadas, comenzando por el primer encuentro casual de la pareja hasta su vida juntos. En la primera película, “Before sunrise” nos muestra a dos jóvenes que se conocen en un tren y deciden pasar una noche juntos, compartiendo la pasión y conexión intensas pero efímeras de un momento. En “Before sunset” la pareja vuelve a encontrarse nueve años después en etapas diferentes y mas maduras de sus vidas. La pareja vuelve a conectar y vemos cómo la intimidad crece entre ellos. En la última entrega, “Befor midnight”, la pareja tiene una relación estable y con hijos. La película nos lleva a recorrer las dificultades y complejidades de una relación a largo plazo, explorando el desgaste emocional, los conflictos y los desafíos que enfrentan como pareja poniendo aquí el énfasis en la intimidad y el compromiso como los componentes principales.
En resumen, el modelo del Triángulo de Amor de Sternberg nos ofrece una manera interesante para comprender las complejidades de las relaciones humanas. Al explorar sus tres componentes, hemos visto cómo cada uno juega un papel crucial en la construcción y mantenimiento de relaciones saludables.
Es esencial recordar que las relaciones no son estáticas; evolucionan, fluctúan y se adaptan a medida que avanzamos en la vida. En diferentes momentos, uno de estos componentes puede destacar mas que los otros y esto está bien. La clave reside en buscar un equilibrio que satisfaga las necesidades mutuas en cada momento y cultivar la comprensión y el respeto hacia la dinámica cambiante de cada relación.
Al reconocer que el amor no es un concepto estático, sino algo dinámico, nos preparamos para abrazar las diferentes fases, desafíos y alegrías que nos ofrece el viaje de las relaciones humanas.
¡Gracias por acompañarme en este viaje! Espero que este artículo haya sido útil para comprender mejor las complejidades del amor.