La tiranía de la belleza, el culto al cuerpo y el Body Positive
Cuando hablamos de la tirania de la belleza nos estamos refiriendo a la presión constante que ejerce la sociedad y los medios sobre cómo debería ser nuestra imagen. Es un estándar inalcanzable que acaba provocando inseguridad, ansiedad, y en ocasiones afecta a la salud mental de la persona.
El culto al cuerpo va de la mano. Pone el foco en la perfección física y se olvida de la diversidad y la singularidad de cada persona. Es esencial recordar que la diversidad es la única norma, que no existen cuerpos normales sino que cada cuerpo es único y que la belleza no tiene un solo molde.
El uso tan extendido de las redes sociales ha intensificado estos problemas. Muestran una realidad distorsionada y plagada de sesgos en la que la belleza y el atractivo físico atienden a un único modelo. La comparación constante con estas muestras de falsa realidad ayudan a generar una imagen negativa de una misma que afecta tremendamente a la autoestima de la persona. Esto resulta más alarmante cuando hablamos de chichas y chicos adolescentes.
El fenómeno del “body shaming” (avergonzar o criticar el cuerpo de alguien) se ha amplificado enormemente en las redes. Los comentarios y mensajes negativos vuelan a través de las pantallas provocando un impacto devastador en la autoestima de las personas, no solo de quien los recibes, sino que alcanza también a aquellas personas que puedan sentirse identificadas generando un autentico efecto “bola de nieve”. Esto es especialmente dañino en los jóvenes que están en proceso de construir su identidad.
La tendencia de belleza y el uso de los filtros en las redes sociales también están jugando un papel significativo. Mientras que pueden parecer divertidos, provocan una distorsión de la percepción de uno mismo al crear expectativas poco realistas sobre cómo deberían lucir nuestros rostros. En muchas ocasiones la persona llega a no tolerar su imagen en ausencia de estos filtros, aumentando así su inseguridad.
Pero las redes sociales no solo juegan un papel nocivo. Movimientos como el “body positive” surgen como respuesta poderosa a los estándares de belleza irreales impuestos por la sociedad. Se trata de aceptar y celebrar todos los tipos de cuerpos, sin importar su forma, tamaño, color o características. La premisa fundamental es promover la autoaceptación, la confianza y el amor propio, independientemente de cómo se ajusten a las normas convencionales de belleza.
En el corazón del body positive está el empoderamiento. Se trata de desafiar las normas establecidas y abogar por la inclusión y la representación de la diversidad corporal en los medios, la moda y la cultura general.
Este movimiento no solo se enfoca en la apariencia física, sino que también busca promover la salud mental y emocional. Se trata de cultivar una relación positiva con uno mismo, fomentando la gratitud por lo que el cuerpo es capaz de hacer y priorizando el bienestar integral en lugar de perseguir un ideal inalcanzable de perfección física.
El body positive ha tenido un impacto significativo en cómo las personas se relacionan con su imagen corporal y como se perciben a sí mismas. Una de las áreas más destacadas ha sido la moda. Marcas y diseñadoras han comenzado a abrazar la diversidad corporal al presentar modelos de diferentes tallas, formas, edades y etnias, convirtiendo sus campañas en poderosas declaraciones sobre la belleza en todas sus formas.
El body positive ha influido también en la conversación sobre la salud, un debate que está ahora sobre la mesa y que está generando posiciones muy polarizadas. Se está desafiando la idea de que solo hay un tipo de cuerpo saludable y se esta promoviendo un enfoque más holístico. Se ha puesto énfasis en el autocuidado, la salud mental y emocional, así como en la práctica de hábitos saludables independientes a la forma o tamaño del cuerpo
Las redes sociales y la publicidad no son las únicas plataformas en las que el body positive toma vida y se hace fuerte. Todos podemos incorporar este movimiento a nuestra vida beneficiándonos y haciéndonos embajadores de esta nueva forma de entender la belleza asociada a la salud y el bienestar. Aquí van algunos consejos:
1. Cultiva la aceptación: Comienza por reconocer y apreciar las cualidades únicas del cuerpo, poniendo el foco en lo que el cuerpo puede hacer por nosotros más que en como se ve.
2. Evita la comparación: Es complicado, sobre todo teniendo en cuenta que las redes sociales suelen ser un caldo de cultivo para la comparación. Aprende a reconocer y filtrar los mensajes y las imágenes que te hacen sentir inseguro o insatisfecho con tu cuerpo, cultivando una mentalidad crítica sobre lo que ves en línea.
3. Hablar positivamente sobre el cuerpo: Evita comentarios negativos sobre tu propio cuerpo y el de los demás. Fomenta un diálogo positivo y alentador sobre la diversidad corporal.
4. Practica el autocuidado: Centra tu atención en hábitos saludables que beneficien tu bienestar general, como una alimentación equilibrada, el ejercicio físico que disfrutes y actividades que fomenten tu bienestar.
5. Por último, educa en movimientos que fomenten la aceptación, compartiendo con tu entorno este tipo de mensajes.
En una sociedad en la que el culto al cuerpo y la tiranía de la belleza a menudo dominan la narrativa sobre la imagen corporal y el autoconcepto, movimientos como el body positive suponen un faro de esperanza que apunta a una sociedad más inclusiva que acepte la diversidad y la aceptación incondicional, no como una moda, sino como un cambio cultural.
Cada uno de nosotros tiene el poder de ser un agente de cambio. Podemos comenzar por cambiar la forma en que nos relacionamos con nuestro propio cuerpo, practicando la autoaceptación y hablando con amabilidad sobre nuestra formas, tamaños y peculiaridades. Al mismo tiempo, podemos influir en nuestro entorno al apoyar marcas, medios y comunidades que promuevan la diversidad.
Movimientos como el body positive no tratan solo descambiar la conversación sobre la imagen corporal, sino también de transformar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.
Aceptarse a uno mismo es el primer paso para quererse, y cuanto te quieres, te cuidas.